Buscando a Alaska, John Green + discusión Alaska

6.11.15

LOOKING FOR ALASKA
John Green
320 páginas
Ediciones Castillo
{goodreads}

Miles Halter va a un instituto en la cálida Florida donde no tiene ninguna clase de relación con nadie. A él no le interesa demasiado ese aspecto de su vida, pues hay un asunto un poco más complicado y de suma importancia. Le preocupa no encontrar su GRAN QUIZÁ, pero también sabe que no llegará a la puerta de su casa o le caerá del cielo; no, el sabe que tiene que salir al mundo y buscarlo. Entonces, para comenzar con esta nueva etapa de su vida, decide irse al internado Culver Creek, lejos de su familia y sus inexistentes amigos.

Una amiga mía tiene la segunda parte de Si decido quedarme: Lo que fue de ella; yo se la pedí cordialmente, y me dijo que no, así que corrí hacia su habitación y ella comenzó a perseguirme por la escalera, entró antes que yo a su pieza, escondió el libro y no me lo prestó. Entonces, yo como cualquier picada, le saqué este. Perdí de todas formas, porque ella me dijo como: Lee Buscando a Alaska y te presto Lo que fue de ella. No me quedó más remedió que aceptar, y la verdad es que no me arrepiento tanto. De hecho, para nada.
Te pasas toda la vida atorado en el laberinto, pensando en cómo vas a escapar de ahí un día y qué fabuloso será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca te escapas. Sólo utilizas el futuro para escapar del presente.
Buscando a Alaska es impresionantemente un libro de muchas cosas, que además son complicadas de definir. Pero por sobre todo es un libro curioso. Esto, principalmente porque es superficialmente simple, casi una historia cualquiera, con momentos graciosos y banales, pero lo genial viene en que guarda una profundidad oscura y melancólica, irónicamente llena de esperanza.

Eso sí, la profundidad de la historia no se concentra en nada (cosa típica con Juan Verde), está dispersa en situaciones, pensamientos, diálogos, personajes, el casi imperceptible desarrollo de Miles, y la constancia de quienes lo rodean como contraparte. Esto, de alguna manera hace que la situación se vuelva cercana.

Es raro de explicar. Como otros libros de John Green, es una historia donde la "COSA" se presenta más o menos en alguna parte incierta. Con COSA quiero decir el PORQUÉ, la FINALIDAD de escribir esta novela. Si bien se sabe desde un principio que Miles está en busca de su Gran Quizá, el autor no hace de éste asunto algo de inicial importancia, o sea, no abusa de lo que Miles espera, sino que le hace vivir su vida como cualquier otra, común y corriente.

Eso sí, es difícil tener una vida común y corriente cuando se tiene amigos como Chip, Alaska y Takumi. De alguna forma esta lectura peca de cliché, pero no en términos clásicos, sino que estamos hablando de estos tres personajes revolucionarios que incluyen al pollo nuevo (aka Miles, más tarde apodado Gordo) a su secta de travesuras contra los Guerreros Semaneros. Una guerra de becados contra adinerados que es una cosa muy antisistemática, pero también llena de gracia. Esta dinámica como que aligera las cosas y vuelve al libro, como ya dije, superficialmente simple.

John Green afirma ser un aficionado a las últimas frases de diferentes personajes de la historia, y esta misma afición es la que le traspasa a Miles, quien toma las últimas (supuestas) palabras de François Rabelais: Voy en busca de un Gran Quizá. (Digo supuestas porque hay un poco de controversia respecto a cuales fueron:)

"¡Que baje el telón, la farsa terminó!"
"Me voy en busca del gran quizás; bajad el telón, se acabo la comedia"
"Voy en busca de un gran quizá. Por eso me voy. No quiero esperar hasta morir para empezar a buscar un gran quizá"


Pero como sea, a partir de esto, Miles encuentra una filosofía de vida.
Las personas fueron creadas para ser amadas. Las cosas fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en cáos, es porque las cosas están siendo amadas y las personas están siendo usadas.
Así que básicamente es Miles buscando respuestas a preguntas que todos nos hacemos o nos hemos hechos al menos una vez en la vida. Pero estas respuestas no van de la mano de nada, porque si eres religioso tu vida tendrá una finalidad, si no lo eres, tal vez no la tenga, si todo te es indiferente o estás confundido, quizá esta lectura pueda ofrecerte algo, incluso si tienes las cosas claras o ideas respecto al porqué de estar aquí, encuentres coincidencias, palabras de apoyo, comprensión.

No tuve ningún personaje favorito, pero quiero destacar mucho a Alaska, porque Alaska Young es un cáos; un acertijo, un enigma, un problema que resolver. Y el Sherlock seleccionado por el azar ha sido Miles, quien está innegablemente cautivado por el aura misteriosa que rodea a la chica. A pesar de lo que titulo de a entender, ella jamás desaparece como para que se necesite buscarla. Buscando a Alaska es acerca de saber quien era realmente esta adolescente tan extraña. Sin embargo, resulta que ella tampoco sale de los cánones de normalidad, aunque aún así representa un desafío para el personaje principal. Por lo que, para mí, la metáfora de la búsqueda de una persona (con nombre de estado, un estado frió y lejano), era Miles intentando encontrar su Gran Quizá en Alaska, la chica fresca y llena de vitalidad, la mujer fuerte e incomprendida, porque quizá ella podría mostrarle el mundo con otros ojos, quizá ella podría enseñarle por donde avanzar, quizá y solo quizá ella supiera como salir del laberinto de sufrimiento que es la vida, el laberinto donde ella misma estaba perdida; buscando a Alaska, porque quizá ella podría ayudar, o tal vez ella necesitara ayuda.

Entre las cosas que más me gustaron de este libro es que es la clase de novelas que te recomienda buenas lecturas. Por ejemplo, entre los libros favoritos de Alaska estaba El general en su laberinto de Gabriel García Márquez, donde nace toda esta idea de que estamos atrapados en un laberinto sin salida. Una vida llena de posibilidades inciertas, una vida llena de incógnitas y sin sentido.

¿Pero qué hay afuera de este laberinto? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Hay algo, siquiera?

La persona que me prestó el libro no era muy fan de Alaska, y ella, por lo que he leído, definitivamente no es la única. Hay un odio masivo hacia esta protagonista tan acaparadora de atención, tan desgraciada y detestable. Me sorprendió mucho como una personaje como ella pudiera ser tan poco valorado, porque es una persona que está llena de cosas (buenas y malas), es una mente inquieta... y llegué a la conclusión de que, simplemente, se trata de miedo, miedo a lo desconocido; porque en realidad nunca llegamos a saber quien era Alaska; y lo que es más triste, nunca llegamos a comprenderla, por lo que, como efecto colateral: se suma el miedo a aquello que no entendemos. Alaska representa todo aquello que nos atrae, pero también nos asusta, aquello que de verdad queremos tocar, pero no tenemos idea de si nos va a quemar, y peor aún, no sabemos si valdrá la pena. 


COMIENZO DE LA DISCUSIÓN
(POSIBLES SPOILERS, PERO TAMPOCO TAN CUÁTICOS)

Ella era una personaje hecha para que amaramos u odiáramos. Era como una trampa en esta novela, porque Alaska muy mujer, muy apasionad, muy feminista (de forma justa y graciosa), muy todo y muy nada, era todo lo que podría representar el género femenino. Pero también era problemas, era una chica que constantemente estaba de malas, que odiaba a todos, que lloraba o te ignoraba, una chica que cansaba. "Sólo quiere llamar la atención" es el juicio de muchos, y probablemente es cierto, tal vez era eso lo que quería, tal vez era eso lo que necesitaba: atención. ¿Se han puesto a pensar en lo que esto implica? ¿En que todos necesitamos atención? ¿En que todos necesitamos una familia que nos tome en cuenta? ¿En amigos que nos comprendan? ¿Que todos necesitamos o hemos necesitado alguien en quien descargar nuestra mochila llena de piedras? ¿Y qué es lo que pasa cuando no tenemos eso? ¿Cuando la carga se hace tan pesada que simplemente ya no puedes con ella? Pues explotas. ¿Tan terrible era Alaska? ¿Tan mala persona? ¿Tan egoísta? No lo creo para nada, Alaska era una chica perdida, y esto sólo puede resultar irónico.

Personalmente creo que el ser humano está condicionado para buscar respuestas y encontrarlas, sino, no nos haríamos tantas preguntas y viviríamos de forma sencilla y sin preocupaciones (hay mucha gente que vive así, mundanamente, siendo feliz), y creo que el fastidio que produce Alaska es que no hay recompensas con ella, no hay respuestas ni soluciones, porque nos encontramos a un enigma que no deja las suficientes pistas, y vemos sólo lo que le deja al mundo (como muchos de nosotros a diario, ocultando nuestra mierda). Lo que prueba, entre toda la gente que la odia, la poca empatía que se puede tener con un personaje que no conocemos en absoluto, el como juzgamos a las personas sin conocerlas (y eso ya es bastante cliché), el como podríamos llegar a odiar a este tipo de gente tan parecido a nosotros, tan humana, tan llena de mierda y de miseria. No tenemos ni la menor idea de qué hay ahí; ¿cómo podría llegar a gustarnos aquello que no sabemos qué es? ¿cómo podríamos sentirnos atraídos por un problema sin solución? Hay dos tipos de personas: los que aman las paradojas y los que simplemente las evitan. Supongo que ya saben a que grupo pertenezco.

Alaska es una niña que creció demasiado rápido, pero que a su vez padece del síndrome de Peter Pan, es una ávida lectora y también está rota por dentro. La defiendo un montón y no porque me sienta identificada con ella y sus problemas, sino porque ella es la representación de un pedazo de lo que soy y como me siento, una persona con ideas incomprendidas, con historias que aún la atormentan, con proyectos, un ser humano demasiado humano como para encajar. Y si jamás en la vida se han sentido así, pues han tenido suerte, pero debo pedir, por favor, que no crucifiquen a un personaje que representa el cáos mental dentro del sofisticado orden que nuestro cerebro intenta mantener.

No sé como concluir esta reseña... durante el transcurso de los párrafos casi lo hago muchas veces, pero sentía la necesidad de escribir más y más. Hace más de tres semanas que estoy intentando reseñar este libro, y es terrible no tener las suficientes palabras como para hacerlo aún no me convence del todo. Me encantaría un montón poder discutirlo con otras personas, gente a la que no le haya gustado sobre todo, personas que crean que no es "la gran cosa" (de forma despectiva), porque para mí lo fue, pero sé que también puede que sea poco objetiva porque fue una lectura acertada en un buen momento de mi desastre mental, donde mis ideas se iban solo por el lado de la desgracia y la fatalidad (aún hoy...), pero me dio esperanza, no una camionada, pero si la suficiente para seguir buscando respuestas y diferentes alternativas.

No somos ni principio no fin, somos energía, no nacemos ni nos destruimos, estamos siempre aquí, transformándonos, en experiencias, sensaciones, amor, enigmas, relaciones.

Me puse de las existencialistas, lo siento.
Azul.
Pd: Siento que esta reseña quedó muy desordenada. Pero de verdad estuve por más de tres semanas intentando hacerla, porque simplemente, como dije, este libro y el mensaje que entrega (que me dio), fue una respuesta obvia a una pregunta poco sana que me ha estado atormentando desde hace meses atrás, y esa respuesta era tan simple, tan grande y mi negatividad no me dejaba verla. De alguna forma quería plantear eso acá y siento que no lo logré, siento que todas las ideas están dispersas en los párrafos, pero también estoy un poco agotada (aunque feliz y conforme con la sensación que me dejo la historia). Lamento mucho si no puedo reflejar de forma clara en esta tremenda entrada lo que es el libro, pero creo que en síntesis, podría decir que es un libro que merece una oportunidad, y que merece comprensión hacia sus personajes; empatía. Este libro tiene que ser leído con la mente abierta o sólo será una historia sin la "COSA" a la que anteriormente me referí.

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«Pues considero que aquella persona, caballero o señora, que no sabe apreciar el valor de una buena novela es completamente necio» Mr. Tilney.