Los ojos del perro siberiano, Antonio Santa Ana

23.9.15

LOS OJOS DEL PERRO SIBERIANO

Antonio Santa Ana
Zona Libre, Grupo editorial Norma
135 páginas
Es el segundo libro que leo sobre el asunto del SIDA, pero este a diferencia del otro (aka Donde vuelan los cóndores) si se sumerge de una forma menos prejuiciosa en la enfermedad.

Ezequiel es un tipo que dejó su casa cuando su hermano menor (quien narra la historia) tenía cinco años. Era de una familia acomodada de Argentina, el centro de atención de su propia casa, hasta que se manda una cagada, y se ve obligado a tomar decisiones drásticas por si mismo antes de que terceros lo hicieran por él. Cuando su hermano menor tiene once, se entera del segundo problema que acontecería más tarde a la familia: Ezequiel había contraído SIDA. A este hermano mejor no le cuentan que sucede, por lo que decide averiguarlo por si mismo, y ahí es cuando se entera de la infelicidad de sus padres, su hermano mayor podría morir en cualquier momento. Tras esto, nace una unión de ambos personajes que antes no se había dado, pues Ezequiel había abandonado el hogar cuando su hermano era muy pequeño, y ambos intentan recuperar el tiempo perdido dedicándose casi con calma al otro.

Todas las hadas del reino, Laura Gallego

6.9.15

TODAS LAS HADAS DEL REINO
Laura Gallego
Montena, PRH
476 páginas
{goodreads}

Erase una vez, siete hadas se encomendaron en la misión de ayudar a los seres humanos que necesitaran algo de ayuda. Pasaron los años y las llamadas Hadas Madrinas se hicieron cargo de príncipes y princesas. concediéndoles diferentes dones, además de personas que anhelaran un deseo con todo su corazón. A veces las tareas las sobrepasaban, pero siempre encontraban una solución para todo y fueron ganando fama en diferentes grados, quedando, cada una, por diferentes hazañas, plasmadas en los libros de cuentos que de generación en generación fueron llenando.

Camelia resalta entre sus compañeras por ser la más eficaz y trabajólica, pues es la que más ahijados tiene y la que más problemas graves a resuelto, entonces, una de sus amigas le relega a Simón, un mozo de cuadra que se ha enamorado de una princesa imposible, y que no tiene nada más aparte de su absoluto deseo por la dama, que le favorezca para ser un buen candidato a prometido. Ni es un príncipe perdido, ni el séptimo hijo, ni tiene marcas de nacimiento, nada heroico, nada de nada, tan sencillo como cualquier mortal, y esto representa un tremendo problema.